La IX Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), celebrada en Tegucigalpa, Honduras, reunió a líderes de los 33 países miembros para debatir y tomar decisiones clave sobre los desafíos que enfrenta la región. La presidenta anfitriona, Xiomara Castro, destacó la necesidad de unidad para abordar problemas globales como el cambio climático, la migración y las crisis económicas que afectan especialmente a los países en desarrollo.
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Un tema central fue la transferencia de la presidencia pro tempore al presidente colombiano Gustavo Petro, quien asumió el liderazgo con un discurso enfocado en reforzar los lazos de solidaridad y cooperación entre las naciones latinoamericanas. Petro subrayó la importancia de enfrentar de manera conjunta las presiones externas, como los aranceles impuestos por Estados Unidos, buscando soluciones que beneficien a todos los países de la región.
La cumbre también abordó iniciativas para fomentar una mayor integración económica y política, impulsando acuerdos comerciales justos y sostenibles. En este contexto, se discutieron propuestas para potenciar la transición hacia energías renovables, reconociendo la necesidad de mitigar los efectos del cambio climático mientras se garantiza el acceso equitativo a estas tecnologías.
Un aspecto destacado fue la inclusión tecnológica como motor de desarrollo, particularmente para las naciones con menos recursos. Los líderes coincidieron en que el acceso a la tecnología no solo impulsa las economías locales, sino que también fortalece la educación, la innovación y la conectividad en las comunidades más remotas.
La lucha contra la pobreza y la corrupción fue otra prioridad en la agenda. Se reconoció que la desigualdad sigue siendo un desafío estructural para América Latina y el Caribe, y se plantearon compromisos para garantizar una mejor distribución de la riqueza y mayor transparencia en la gestión pública.
Desde un punto de vista diplomático, se reafirmó la importancia de la CELAC como un espacio de diálogo soberano, libre de interferencias externas. Este esfuerzo busca consolidar un bloque regional que actúe como una fuerza negociadora en el escenario internacional, promoviendo la paz y la estabilidad.
Entre los líderes presentes, se destacó la participación de figuras prominentes como Miguel Díaz-Canel de Cuba, Luiz Inácio Lula da Silva de Brasil y Claudia Sheinbaum de México portó perspectivas únicas que enriquecieron las discusiones y reafirmaron el compromiso colectivo con los principios de la CELAC.
Otro aspecto significativo de la cumbre fue la promoción de la diversidad cultural como un valor esencial de la región. Se realizaron compromisos para proteger las culturas indígenas y afrodescendientes, reconociendo su importancia como pilares de las identidades nacionales.
La cumbre también ofreció la oportunidad de renovar el compromiso con las juventudes de la región, destacando su papel como agentes de cambio. Se propusieron políticas orientadas a fortalecer su educación, empleo y participación activa en los procesos políticos.